"Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos"...(Mc 6,7).
Amigas y amigos en el Señor:
En primer lugar, demos gracias a Dios por la maravillosa visita del Papa Francisco a nuestro querido Chile. Su presencia nos ha llenado de entusiasmo y de deseos de ser una Iglesia en salida, atenta a los desafíos del mundo y a las necesidades de nuestros hermanos más postergados, los "descartados" de la sociedad.
En su primera homilía, en la multitudinaria Misa del Parque O'Higgins, el Papa nos ha propuesto seguir el camino de las bienaventuranzas; bienaventuranzas que "nacen de un corazón misericordioso, que no se cansa de esperar". ¡Lejos de nosotros la resignación! Al contrario, día a día, comprometámonos por la reconciliación, trabajemos por la paz, esforcémonos por sembrar unión...
Como hizo en otro tiempo, también hoy el Señor nos envía a predicar la Buena Noticia, pero no solos, sino con otros, en comunidad, construyendo Iglesia; mirándonos a la cara y reconociéndonos como hermanos: hijos de un mismo Padre Dios y de una misma madre tierra.
P. Jorge Ramírez Benavides, S.J.
Director Nacional
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