Amigas y amigos en el Señor:
A mediados de este mes llega, finalmente, la Semana Santa, con la belleza y profundidad de sus liturgias cargadas de ricos símbolos que despiertan y reavivan nuestra fe. En particular, la vigilia pascual del Sábado Santo nos invita a hacernos parte de la Historia de Salvación, que se expresa sacramentalmente en la liturgia bautismal. Es allí, en el Bautismo, donde somos configurados a Cristo Resucitado, a quien celebramos, llenos de alegría, en la Pascua del Señor.
Para nadie es un misterio que la Iglesia –en muchos lugares, pero particularmente en Chile– vive momentos de agitación y confusión, debido a múltiples situaciones de abuso y escándalo surgidas en su interior. Es precisamente en estos momentos en los que más necesidad tenemos de volver nuestra mirada hacia Jesús, que ha vencido el pecado y la muerte, y se alza como nuestro Redentor.
A lo largo de la historia de la Iglesia ha habido, ciertamente, tiempos turbulentos, de gran desconcierto para los fieles; entonces, el Espíritu ha sabido suscitar hombres y mujeres santos que han sido una luz para el conjunto de la Iglesia. Es el caso de Santa Catalina de Siena, cuya fiesta celebramos a fines de Abril.
Por otra parte, no dejemos de orar por los médicos y el personal humanitario que presta servicios en zonas de guerra, aún a costa de poner en riesgo su propia vida.
P. Jorge Ramírez Benavides, S.J.
Director Nacional - RMOP/MEJ