Durante el mes de Agosto la Iglesia nos regala una serie de ejemplos y modelos de santidad, entre los que destaca la figura de san Juan María Vianney, el "Santo Cura de Ars", patrono de los párrocos. Su fiesta, que cae el primer Domingo de este mes, es una ocasión privilegiada para saludar a nuestros sacerdotes, particularmente a nuestros curas párrocos, agradeciéndoles por su entrega abnegada y generosa, hecha de silencio y sacrificio, siendo muchas veces poco valorada e incluso desconocida por el resto de la comunidad eclesial.
Por otra parte, a mediados de mes la hermosa solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María nos recuerda que tenemos una Madre que, desde el cielo, nos cuida y protege con tierno y fiel amor, así como otrora lo hiciera con su querido hijo Jesús.
La fiesta del Padre Hurtado, celebrada como "Día Nacional de la Solidaridad", nos recuerda que nuestra deuda con los más pobres aún no está saldada: ya no se trata de niños viviendo bajo los puentes del Mapocho, sino de una multitud de hombres y mujeres migrantes que luchan por dignidad para ellos y sus familias, así como de miles de jóvenes capturados por la droga y el narcotráfico, convertidos en esclavos sin futuro ni esperanza. Otros santos del mes nos hablan del servicio a los demás (san Lorenzo) y de una juventud entregada a Dios (beato Ceferino Namuncurá, santa Rosa de Lima). ¡Elijamos también nosotros el camino que mejor nos conduce a Dios!