Amigas y amigos en el Señor:
Este mes de Abril se abre con el gozoso anuncio de la Resurrección del Señor; una alegría que se prolongará por 50 días, a lo largo de todo el Tiempo Pascual. El amor ha vencido al odio y la vida se ha impuesto sobre la muerte; la palabra última y decisiva le pertenece a Dios y no es otra que: "Resurrección". ¡Esta es la Buena Noticia que tenemos para comunicar al mundo, no la podemos callar!
En este mes, inusualmente, se nos concede celebrar la Anunciación del Señor, esa hermosa fiesta que nos recuerda que Dios ha querido hacerse parte de nuestra historia naciendo del seno de una mujer. Es el "Dios-con-nosotros", profetizado desde antiguo, que siendo rico se ha hecho pobre para acompañar y hacer llevadera nuestra pobreza...
A pesar que han pasado casi tres meses, aún está fresca en nuestra retina la primera imagen del Papa Francisco en tierra chilena, cuando el Obispo de Roma se detuvo a orar delante de la tumba del "Obispo de los Pobres", como es conocido popularmente Monseñor Enrique Alvear, un pastor con olor a oveja. Mismo olor que distinguió a Santo Toribio de Mogrovejo, patrono de los obispos latinoamericanos. Roguemos al Dueño de la mies que no cese de enviar pastores santos, dignos del «santo Pueblo fiel de Dios», como lo llamó el Papa en su alocución a los obispos en la Catedral de Santiago.
P. Jorge Ramírez Benavides, S.J.